Mesón Casa Pedro

Nosotros

El restaurante Mesón Casa Pedro es un ícono culinario que ha dejado una huella desde su fundación en 1988 por la familia Muñoz. Situado en Herrera de Duero, este establecimiento ha sido durante décadas un punto de encuentro para los amantes de la gastronomía tradicional española.

Desde sus inicios, Mesón Casa Pedro se ha destacado por su exquisita cocina casera, ofreciendo platos típicos que deleitan los paladares más exigentes. Entre sus especialidades se encuentra el lechazo asado al horno de leña, una receta ancestral que se ha transmitido de generación en generación en la familia Muñoz. El lechazo adquiere un sabor inigualable al ser cocinado lentamente en el calor del horno de leña, convirtiendo cada bocado en una experiencia gastronómica única.

Además del lechazo, Mesón Casa Pedro es famoso por sus carnes a la brasa, donde cortes selectos son cocinados a la perfección sobre las brasas ardientes, resaltando su sabor natural y jugosidad. Los langostinos al estilo mesón son otro plato estrella que cautiva a los comensales con su frescura y preparación impecable.

Pero la oferta culinaria no se limita a estas especialidades. Su extenso menú cuenta con una gran variedad de platos, desde entrantes tradicionales hasta opciones más contemporáneas, asegurando que cada cliente pueda encontrar algo que satisfaga sus gustos y preferencias.

Siempre a tu lado

Además de su excelente comida, el ambiente acogedor y el servicio atento y amable hacen que cada visita sea una experiencia memorable.

Ya sea para una celebración especial, una comida en familia o simplemente para disfrutar de una buena comida, este restaurante se ha convertido en un lugar de referencia para los amantes de la buena mesa en la región.

Con casi cuatro décadas de historia, Mesón Casa Pedro sigue siendo un destino gastronómico imprescindible para todos aquellos que buscan autenticidad, calidad y sabor en cada plato.

Y con sugerencias de temporada como los espárragos de Tudela de Duero, los cangrejos de río y otros productos procedentes de Castilla y León que por su temporalidad y categoría podamos trabajar en cada momento.

Que decir de este restaurante. Desde niño ya iba a alguna que otra boda o evento familiar, pero hasta que no he sido adulto no he disfrutado realmente de su comida. Soy fanatiquisimo de su lechazo y de sus langostinos en salsa. Lugar totalmente recomendable si quieres probar lechazo de calidad en Valladolid.

Como siempre muy rico el lechazo, acompañado de ensalada. Los langostinos de aperitivo no pueden faltar, y la tarta milhojas de postre es sagrada. Respetando eso, no vas a tener problema. 🙂 Pedimos 4 cuartos para siete personas y sobró, con tres habría bastado.

Es un acierto seguro todas las veces que hemos ido, que no son pocas. Lechazo riquísimo y el resto buenísimo también. La tarta de hojaldre brutal... siempre hay que dejarle un hueco. Tiene una terraza y jardín para comer muy agradable.

Esmerada atención y muy buena comida, a destacar las excelentes croquetas y langostinos, muy bien el lechazo y chuletillas, así como la merluza a la cazuela y el solomillo. Gran tarta de postre, chupitos gentileza de la casa, instalaciones a las que no falta detalle, un acierto, para repetir sin duda

Uno de los mejores asados de lechazo que he comido. Los entrantes, morcilla , mollejas y manillas muy buenos.Lugar amplio y con tradición, de los que no fallan. El lechazo con su ensalada (que es lo que limpia, nada de patatas fritas). Buena carta de vinos. Dispone de parking exterior y una pequeña terraza en la entrada. Totalmente recomendable.